lunes, 26 de mayo de 2008

EMPRENDIMIENTO - Problemas con la Educación y la Transferencia de Tecnología

Actividad alcanzó al 13,4% de la población adulta en 2007:
Emprendimiento en el país crece, pero educación junto a investigación frenan un mejor rendimiento de la actividad
Uno de los factores que incidieron en el resultado fue el aumento de la participación femenina en el desarrollo de nuevos negocios.



IGNACIO DÍAZ VIVEROS
El Mercurio 26/05/2008

La actividad emprendedora en Chile llegó a 13,4% de la población adulta durante 2007, el mejor resultado en cuatro años. Esto de acuerdo al informe elaborado por el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) en conjunto con la Universidad del Desarrollo y la Universidad Adolfo Ibáñez, documento que será presentado esta semana en Icare.

La cifra representa un aumento en más de 4 puntos porcentuales respecto del resultado obtenido en 2006, cuando el indicador de emprendimiento en etapas iniciales alcanzó 9,19%.

El incremento se explica, principalmente, por la mayor cantidad de actividad de autoempleados, es decir, trabajadores por cuenta propia y que no tienen empleados.

Lo anterior responde, según el estudio, a que un 62% de la población se siente motivada por las buenas oportunidades que ofrece el mercado chileno para desarrollar nuevos proyectos y negocios en diversos ámbitos.

Al respecto, José Ernesto Amorós, coordinador de GEM Chile, dice que "cada vez son más las personas que al detectar una oportunidad real de realizar negocios, deciden poner en marcha su propia empresa o negocio y eso siempre termina siendo muy positivo".

Pese a la motivación "positiva", Amorós entrega un dato interesante: cuando se produce en el país una contracción en el crecimiento de la economía -como ocurre ahora- la gente opta por desarrollar alguna actividad emprendedora, dejando de lado la dependencia.

"Cuando esto sucede, especialmente en países en vías de desarrollo como Chile, la gente opta por ser su propio jefe ante la dificultad de encontrar trabajo", sostiene.

El especialista explica esto como una forma de emprendimiento "disfrazado", pues históricamente la población en Chile prefiere un trabajo remunerado como dependiente. "Por lo tanto, una vez que tiene posibilidad de acceder a este tipo de ocupación, abandona el proyecto emprendido", precisa Amorós.

El documento agrega que otro de los factores que influyó decididamente en el resultado fue el aumento en la participación de las mujeres dentro de las actividades emprendedoras, que el año pasado llegó a 10,4%, fenómeno que se ha venido produciendo desde hace un par de años resalta el estudio.

Negocios pujantes

Los sectores productivos que concentran la mayor cantidad de actividades emprendedoras iniciales en Chile corresponden a los sectores orientados al consumidor final con un 56%.

Entre los principales negocios de esta área destacan las ventas al detalle, servicios personales, hostelería y restaurantes.

José Ernesto Amorós explica que pese a que estas actividades pueden ser muy rentables en un comienzo, existe un riesgo permanente de que el "boom se desinfle", por ejemplo, por el ingreso de nuevos competidores.

Más atrás le sigue el sector de transformación con un 23%, compuesto por la industria manufacturera, transporte, construcción y telecomunicaciones.

En términos regionales, el mejor resultado lo registra la Región Metropolitana con un 16%. Amorós explica que esto se debe a la mayor dificultad de encontrar un trabajo remunerado dependiente. En contraste, el resultado más bajo lo ostenta la región del Biobío (VIII) con poco más de 10%.

Educación: la gran debilidad, según los expertos

Pese a que el emprendimiento en el país aumentó durante el año pasado, el factor educación sigue siendo un punto negativo en el despegue definitivo de la actividad.

En esta oportunidad, los 178 especialistas consultados por GEM calificaron con -1,03 el rubro de educación y capacitación para el emprendimiento, nota definida como muy baja o crítica por el estudio.

Como en años anteriores, desde 2005 que se vienen registrando malos resultados en este ámbito, y los expertos tienen una percepción de escaso énfasis de la educación en cuanto a promover conductas propias del emprendimiento, tales como la creatividad, la autonomía y la iniciativa.

Además, critica la falta de una instrucción sobre el funcionamiento del mercado, punto primordial en el desarrollo de este tipo de actividad.

En la evaluación, el informe consideró los avances en sectores amplios del sistema educativo, como los niveles primarios y secundarios, la formación técnico-profesional y programas de capacitación, educación universitaria, y la universitaria en escuelas de negocios.

Las miradas más críticas en torno al tema se centran en que durante la educación primaria y secundaria se promocionan muy poco el emprendimiento y la creación de nuevas empresas.

Problemas en el traspaso de tecnologías

Otro de los puntos negativos que han impedido un mejor resultado en el emprendimiento es la poca transferencia de investigación y desarrollo (I+D) que existe en Chile, evaluado con -0,98, considerado como bajo por el informe de GEM.

En este sentido, la mayoría de los expertos concuerdan en que las empresas nuevas y en pleno crecimiento tienen un acceso limitado a las nuevas tecnologías y a la investigación, a diferencia de aquellas compañías ya consolidadas.

Además, señalan que no "habría suficientes subsidios gubernamentales ni alternativas..." que permitan el desarrollo de empresas y proyectos emergentes, junto a la transferencia tecnológica desde las universidades y centros de investigación a las compañías nuevas.

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